Yohann Shneeberger
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Yohann Shneeberger
Yohann Shneeberger Jue Jul 16 2009, 16:37
Nombre:Yohann Shneeberger
Raza: humano, y gracias
Edad (13-17): Dieciséis
Descripción física: Lo primero que se ve cuando se mira a Yohann es a un chico descuidado. No muy alto, delgaducho debido a su poca alimentación durante su vida, y descuidado. Sobre todo eso. El pelo rubio oscuro le llega hasta los hombros, habiéndoselo cortado en contadas ocasiones. Según se levanta, así continúa el día, sin posibilidad de poder pasarse un cepillo. Los ojos son castaños oscuro y su tono de piel, normal, ni clara ni oscura. Al pertenecer a una familia bastante pobre de trabajadores en una fábrica, dispone de escaso o vestuario. Sus zapatos están agujereados por todas partes, aunque el gran socavón se lo lleva el izquierdo. Los calcetines negros están remendados varias veces, por lo que se alegra de que eso no se vea. Siempre lleva una vieja chaqueta azul oscura, algo sucia y descosida, unos mitones que en su día fueron guantes que ahora le quedan pequeños, una camisa blanca heredada de su padre y una bufanda tejida a trompicones. Por pantalones tiene unos color caqui, bastante feos, y que le quedan cortos. Aun así, y aunque parezca mentira, Yohann no huele mal, ya que intenta hacerse con un chorro de agua por cualquier sitio que le pueda servir de ducha. Y también, a pesar de tener un aspecto poco llamativo, puede presumir de tener una cara que lo equilibra.
Descripción del carácter: debido a su forma de vida, se podría considerar a Yohann un chico descarado y sin vergüenza, dado que nunca la ha necesitado. Tiene un instinto de supervivencia bastante desarrollado, por lo que no duda en coger ‘prestado’ todo aquello que necesite para pasar su día a día, aunque desde que está en el castillo ve que eso no le va a hacer falta. Es muy independiente, desde bien pequeño, y le trae sin cuidado lo que le pase a gente con la que él no tenga contacto. Es ingenioso y simpático, aunque cuando quiere puede sacar su vena más odiosa. Debido a las horas de aburrimiento sin nada mejor que hacer, en su pueblo es conocido por haberse beneficiado a gran parte de las jóvenes de allí. Siempre está dispuesto a aceptar compañía femenina y al contrario de lo que es normalmente, se comporta educadamente con ellas, lo que no quiere decir que no suelte comentarios algo impropios delante de ellas sobre lo que las haría o dejaría de hacer. Las trata con delicadeza y suavidad, como trataba a su madre cuando estaba enferma.
Historia del PJ: Yohann nació en el seno de una familia poco afortunada con la vida, un mes de febrero. Después de él llegaron dos hermanas, una de ellas ya sin vida debido a un accidente laboral. Desde bien pequeño tuvo que aprender a estar solo, ya que sus padres trabajan durante largas jornadas laborales y él debía permanecer en casa. A los siete años se metió a trabajar en una fábrica de textil, donde gracias a su forma avispada de ser, consiguió continuar impoluto. Sabía cuando tenía que aparentar que trabajaba y cuando no, los trabajos que tenía que hacer, con quién debía tratar y cómo presentarse. Dos años más tarde su hermana se incorporó al trabajo, pero por desgracia, su delicada salud y despiste hizo que pronto fuese arrollada por la máquina de textiles.
Su madre cayó en depresión y los dos hermanos que quedaban se iban turnando para cuidarla, mientras su padre permanecía trabajando, implacable. Con nueve años, la hermana de Yohann tuvo a su primer hijo. Fue violada por el encargado de la fábrica y por eso mismo el bebé sobrevivió, ya que tenía a alguien que podía alimentarle. Con once años se escapó de casa con un feriante, con una bonita reputación de ramera tras ella. En esa época Yohann tenía trece años y llevaba dos descubriendo el género femenino. Se colaba en los salones de variedades y de ahí a los propios camerinos de las bailarinas. Fue entonces cuando conoció a Sarah, la primera mujer que le enseñó lo que podían hacer juntos. Se veían a escondidas después de cada actuación y se lo montaban en el camerino de ella. Nueve meses más tarde, Sarah dio a luz y se montó una gorda. Dejó de ir a la gran ciudad para dejar de verla a ella y se empezó a conformar con las chicas que había por su pueblo, y que cada vez le veían más atractivo. La suciedad y los harapos no era problema para nadie, puesto que todos iban igual. Trabajó de minero durante dos largos años, consiguiendo escasas centavos para su casa. Ese mismo año, se mudaron de su Alemania natal a Rumanía, un lugar que prometía otras expectativas de vida. Pasado un tiempo, desapariciones y extrañas muertes pusieron a todo el pueblo en alerta. Ahora Yohann ha decidido internarse en el castillo, pensando que o bien todo pasará, o bien todos van a morir.
Familia: su madre Ava, una mujer algo mayor con un delicado estado de salud pero un fuerte carácter; su padre, Kiefer, un trabajador incansable pero que poco a poco se va notando esos largos años sobre su cuerpo y una hermana perdida, Minna.
Otros datos de interés: No hay nada más en esta vida que le alegre, que conseguir lo que quiere de una mujer.
Imagen: 1, 2, 3.
Raza: humano, y gracias
Edad (13-17): Dieciséis
Descripción física: Lo primero que se ve cuando se mira a Yohann es a un chico descuidado. No muy alto, delgaducho debido a su poca alimentación durante su vida, y descuidado. Sobre todo eso. El pelo rubio oscuro le llega hasta los hombros, habiéndoselo cortado en contadas ocasiones. Según se levanta, así continúa el día, sin posibilidad de poder pasarse un cepillo. Los ojos son castaños oscuro y su tono de piel, normal, ni clara ni oscura. Al pertenecer a una familia bastante pobre de trabajadores en una fábrica, dispone de escaso o vestuario. Sus zapatos están agujereados por todas partes, aunque el gran socavón se lo lleva el izquierdo. Los calcetines negros están remendados varias veces, por lo que se alegra de que eso no se vea. Siempre lleva una vieja chaqueta azul oscura, algo sucia y descosida, unos mitones que en su día fueron guantes que ahora le quedan pequeños, una camisa blanca heredada de su padre y una bufanda tejida a trompicones. Por pantalones tiene unos color caqui, bastante feos, y que le quedan cortos. Aun así, y aunque parezca mentira, Yohann no huele mal, ya que intenta hacerse con un chorro de agua por cualquier sitio que le pueda servir de ducha. Y también, a pesar de tener un aspecto poco llamativo, puede presumir de tener una cara que lo equilibra.
Descripción del carácter: debido a su forma de vida, se podría considerar a Yohann un chico descarado y sin vergüenza, dado que nunca la ha necesitado. Tiene un instinto de supervivencia bastante desarrollado, por lo que no duda en coger ‘prestado’ todo aquello que necesite para pasar su día a día, aunque desde que está en el castillo ve que eso no le va a hacer falta. Es muy independiente, desde bien pequeño, y le trae sin cuidado lo que le pase a gente con la que él no tenga contacto. Es ingenioso y simpático, aunque cuando quiere puede sacar su vena más odiosa. Debido a las horas de aburrimiento sin nada mejor que hacer, en su pueblo es conocido por haberse beneficiado a gran parte de las jóvenes de allí. Siempre está dispuesto a aceptar compañía femenina y al contrario de lo que es normalmente, se comporta educadamente con ellas, lo que no quiere decir que no suelte comentarios algo impropios delante de ellas sobre lo que las haría o dejaría de hacer. Las trata con delicadeza y suavidad, como trataba a su madre cuando estaba enferma.
Historia del PJ: Yohann nació en el seno de una familia poco afortunada con la vida, un mes de febrero. Después de él llegaron dos hermanas, una de ellas ya sin vida debido a un accidente laboral. Desde bien pequeño tuvo que aprender a estar solo, ya que sus padres trabajan durante largas jornadas laborales y él debía permanecer en casa. A los siete años se metió a trabajar en una fábrica de textil, donde gracias a su forma avispada de ser, consiguió continuar impoluto. Sabía cuando tenía que aparentar que trabajaba y cuando no, los trabajos que tenía que hacer, con quién debía tratar y cómo presentarse. Dos años más tarde su hermana se incorporó al trabajo, pero por desgracia, su delicada salud y despiste hizo que pronto fuese arrollada por la máquina de textiles.
Su madre cayó en depresión y los dos hermanos que quedaban se iban turnando para cuidarla, mientras su padre permanecía trabajando, implacable. Con nueve años, la hermana de Yohann tuvo a su primer hijo. Fue violada por el encargado de la fábrica y por eso mismo el bebé sobrevivió, ya que tenía a alguien que podía alimentarle. Con once años se escapó de casa con un feriante, con una bonita reputación de ramera tras ella. En esa época Yohann tenía trece años y llevaba dos descubriendo el género femenino. Se colaba en los salones de variedades y de ahí a los propios camerinos de las bailarinas. Fue entonces cuando conoció a Sarah, la primera mujer que le enseñó lo que podían hacer juntos. Se veían a escondidas después de cada actuación y se lo montaban en el camerino de ella. Nueve meses más tarde, Sarah dio a luz y se montó una gorda. Dejó de ir a la gran ciudad para dejar de verla a ella y se empezó a conformar con las chicas que había por su pueblo, y que cada vez le veían más atractivo. La suciedad y los harapos no era problema para nadie, puesto que todos iban igual. Trabajó de minero durante dos largos años, consiguiendo escasas centavos para su casa. Ese mismo año, se mudaron de su Alemania natal a Rumanía, un lugar que prometía otras expectativas de vida. Pasado un tiempo, desapariciones y extrañas muertes pusieron a todo el pueblo en alerta. Ahora Yohann ha decidido internarse en el castillo, pensando que o bien todo pasará, o bien todos van a morir.
Familia: su madre Ava, una mujer algo mayor con un delicado estado de salud pero un fuerte carácter; su padre, Kiefer, un trabajador incansable pero que poco a poco se va notando esos largos años sobre su cuerpo y una hermana perdida, Minna.
Otros datos de interés: No hay nada más en esta vida que le alegre, que conseguir lo que quiere de una mujer.
Imagen: 1, 2, 3.
Yohann Shneeberger- 1er Grado
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