Re: Las Termas [ZdR]

**Neo D. Evanthe** Dom Jul 05 2009, 23:31

- Ah... -se ahorra más comentarios y sonríe ante la idea del chico-. Bueno,¿y qué propones?

**Iríadel Horwave** Dom Jul 05 2009, 23:32

*se encoge de hombros y mira la hora. Se levanta y se sacude la ropa:

-he de irme... lo siento *le da un beso en la mejilla a Liam y otro a Neo. Se despide con la mano y se va caminando tranquilamente

**Liam L. Doyle** Dom Jul 05 2009, 23:34

-No sé...

¿Vamos a fastidiar a alguien como si tú y yo fuésemos colegas de toda la vida? Very Happy

-Me río levemente-Te nos ves ahí, con todas las pintas de macarras o a saber qué y montando la gorda por ahí-Volví a reírme nada más pensarlo

**Neo D. Evanthe** Dom Jul 05 2009, 23:39

Despide a la chica y ríe por la idea de él.
- Así que tu eres de los míos, armarla es genial, sencillamente -se pone en pie-. Pues venga, vamos, que yo no me conozco esto xP

**Liam L. Doyle** Dom Jul 05 2009, 23:43

-Haha... Pues vamos a ver que encontramos-Digo y me marcho esperando a que me siguiese

**Neo D. Evanthe** Dom Jul 05 2009, 23:45

Le sigue sin decir nada

**Ian Gilbert** Dom Jul 12 2009, 15:43

Camino por el lugar mirandolo con atención, me froto el brazo, después de toda la noche durmiendo en uno de los pasillos tenía un dolor de espalda insoportable, me paro en una de las columnas mirando el agua, rato después salgo de allí sin rumbo fijo.

**Yohann Shneeberger** Vie Jul 17 2009, 16:30

Cansado de estar en la habitación mirando por la ventana el extenso territorio, fue a darse una ducha. Tras un fallido intento en los baños, recordó que el día anterior, mientras investigaba por las mazmorras, se encontró con un pasadizo y un pequeño cartel que anunciaba unas termas. Sin pensárselo dos veces, bajó hasta las mazmorras, ligeramente más iluminadas que la última vez. Estuvo alerta, por si veía el colgante del que le habló la joven del cabello rojo, hasta que dio con la entrada que quería. Llegó hasta el borde de las mismas y negó con la cabeza al comprobar que de la oscuridad, apenas podía ver su reflejo. Se quitó la ropa, quedándose con las mudas y volvió a acercarse al agua, abrazándose a sí mismo para entrar en calor. Intentó decidirse a entrar o no, observando el agua moverse lentamente.

**Roxanne A. Lefèvre** Vie Jul 17 2009, 18:01

Volvió de nuevo a aquella mazmorra, y de nuevo se quitó los zapatos para andar por el suelo, ya que cualquier sonido de tacón, por leve que fuera, serviría para alertar al famoso Klaus que tanto estaba buscando. Sencillamente quería pregutnarle porque destrozó así a Ilona, pudiendo haberle quitado su alma de otra manera, más... sutil. Suspira algo asqueda ante la visión de ese ser maltratando a la chica, y no puedo reprimir bufar. Jamás entendería porqeu algunos seres se creían tan superiores y despreciaban la vida humana, con lo bella y fugaz que era. Sigue caminando, mirando cada celda, sin nada que encontrar, por lo que vuelve de neuvo a la entrada, algo frustrada. Entonces ve otra entrada oculta que nunca le había llamado la atención, suponiendo que era otra celda. Estaba abierta. Asoma su cabeza pelirroja dentro para ver si había alguien. Nada. Entra del todo sin hacer ruido al caminar, hasta oir un leve latido de corazón y un olor a humano. Ya podía reconocer ese olor, y se acerca, oculta en las sombras, pegada a una pared, observandolo todo con una sonrisa.

**Yohann Shneeberger** Vie Jul 17 2009, 18:24

Decidió atreverse a meter un pie, despacio, como temiéndose que el agua fuese ácido corrosivo. El agua se movió y sólo sonó el susurro de su ligero movimiento en toda la sala. Sonrió para sí al comprobar que estaba caliente, y no dudó más en dar un salto para meterse del todo. El agua estaba tibia y ligeramente blanca. Cogió aire y se hundió bajo ella, cerrando los ojos. Se mantuvo un rato bajo el agua, soltando burbujas de aire por la boca. Después salió de nuevo, apartándose el pelo de la cara y apoyando la espalda en la pared de la terma. Suspiró y observó la oscuridad del agua. Tal vez tenía a alguien bañándose a su lado y no se había dado cuenta. Pasó las manos por debajo del agua, etreteniéndose en ver con dificultad las ondas que creaba. De pronto le pareció ver por el rabillo del ojo que había alguien en la entrada, pero al girarse completamente, no vio a nadie. Imaginaciones suyas, pensó, y volvió a lo suyo.

**Roxanne A. Lefèvre** Vie Jul 17 2009, 18:33

El humano no parecía percatarse de su presencia, por lo que aprovechando el ruido que hacía al moverse dentro del agua, dejo los zapatos en el suelo, sin hacer ningún sonido que le delatara. Eleva sus falda escsos centímetros del suelo para que el roce del terciopelo no se oiga, pero a pesar de eso, el humano estaba montando un escandalo comparado con sus movimientos más ruidosos. Se desliza por la pared, pegada a ella y protegida por la oscuridad.

Piensa en la de cosas que podría hacer ahora no puede ser vista si tiene cuidado. Sonríe y decide divertirse. Comienza a cantar una melodía, siendo casí un susurro, confundiendose con el ruido del goteo continuo, y el aire que no parece salir de ningún sitio, pero que se colaba por cada rendija de aquel lugar.

**Yohann Shneeberger** Vie Jul 17 2009, 18:45

Volvió a hundir la cabeza bajo el agua y al sacarla escuchó algo que no había notado antes. Era como un susurro, por lo que tuvo que agudizar el oído para poder oír mejor. Se quedó quieto completamente, aunque no podía dejar de escuchar el murmullo del agua y el incesante goteo de las húmedas piedras de esa habitación. Aun así, lo pudo percibir con más claridad. Era un susurro delicado, suave, que hizo que sonriera de nuevo. Por momentos parecía que desaparecía, pero volvía a poder escucharlo de nuevo, y le gustaba. Colocó las manos sobre el borde de las termas y apoyó la barbilla en ellos, aún con el cuerpo bajo el agua. Escudriñó las sombras intentando encontrar la fuente de aquel sonido, y lo único que distinguió fue el contorno de dos zapatos que tomó por los suyos. Aguardó, en silencio.

**Roxanne A. Lefèvre** Vie Jul 17 2009, 18:55

No perdió detalle de como el humano pretendía escuchar su melodía. Alza ligeramente la voz para poder ser escuchada mejor. Sigue moviendose entre sombras, y cierra los ojos para oler mejor el aroma del muchacho, dejando que la embriagara por segundos, y volviendo otra vez aquella realidad de sed y oscuridad. Quizás fuera ese el momento.

Se inspira en las leyendas de fantasmas, siendo esas sus favoritas cuando era pequeña. Quizás por eso fue por lo que no tuvo nunca miedo a lo desconocido, quizás por eso fue por lo que jamás opuso resistencia a su conversión en vampiro.

Deja ver en la oscuridad y en un peque lugar iluminado, sus ojos ahora azules completamente, y sus labios curvados en una sonrisa divertida.

**Yohann Shneeberger** Vie Jul 17 2009, 19:05

Sigue con la mirada aquel casi inexistente movimiento que le había parecido distinguir, hasta que se acerca a un lugar más iluminado, donde puede distinguir los preciosos ojos azules de la muchacha con la que estuvo ayer. También puede ver sus gruesos labios, del color rojo que los caracteriza. Sonrió mientras se volvía a hundir un poco más en el agua, dejando sólo fuera de ella la nariz y los ojos. No dijo nada, permaneció en silencio, observando la sonrisa de la joven. Con una rápida mirada, la invitó a acercarse, y nadó lentamente, sin perderla de vista, hasta quedar frente a ella.

**Roxanne A. Lefèvre** Vie Jul 17 2009, 19:13

Vuelve a perderse en la oscuridad de la habitación, terminando su susurrante melodía con una leve risa dulce y atrayente. Se acerca al joven caminando entre la oscuridad, sin hacer ni el más mínimo ruido, ya quería utilizar el factor sopresa a su favor. Puede notar los latidos de su cortazón, y la sangre fluyendo por sus venas. Apetitoso líquido de la vida que hacia que sus colmillos aumentaran de tamaño. Pero aún no, se dice a sí misma, reteniendo las ganas de alimentarse de aquel muchacho.

No estaba bien jugar con la comida, pero no podía resistirlo. Era tan alentador pensar que hiciera lo que hiciera ella tenía cierta ventaja sobre él. La edad, y su naturaleza. De la oscuridad vuelven a aparecer sus ojos.

**Yohann Shneeberger** Vie Jul 17 2009, 19:21

De pronto, la perdió de vista de nuevo, pero su suave risa lo compensa. Espera impaciente hasta que termine de acercarse a él, cerrando los ojos y levantando ligeramente la nariz para intentar captar el dulce perfume de la chica, que le hacía perder la noción de todo a su alrededor. Volvió a sonreír ampliamente pero de manera pícara, entrecerrando los ojos y pudiendo observar de nuevo los de ella más cerca. Siguió esperando, moviendo lentamente las manos sobre el agua.
Se preguntó lo que pretendía la chica, qué intentaba, pero después se olvidó de ello, fuera lo que fuese, no le importaba. Lo que no sabía, era el peligro que estaba corriendo él solo con ella, en una habitación oscura y lejos de miradas indiscretas, y semidesnudo.

**Roxanne A. Lefèvre** Vie Jul 17 2009, 19:33

Se acerca más a él, dejando ver ya su marmoleo rostro. Su piel blanca se notaba más aún gracias a su vestido negro, demasiado escotado y descarado para la visión de un hombre de Dios, y quizás una mujer recatada, pero a ella en estos momentos le servía para cazar la cena que tenía en mente. Debería haber aprendido antes que para cazar un presa masculina, se debían tener en cuenta ciertos detalles.

Sonríe de lado y le mira insinuante, mordiendo levemente su labio mientras se aproxima al borde la terma, agachandose para estar a su altura. Por el olor que desprende, y que hasta ahora no se había fijado, todavía no había sido tocado por ningún vampiro. Le agradaba ser la primera.

**Yohann Shneeberger** Vie Jul 17 2009, 19:48

Es entonces cuando puede darse cuenta del prominente escote que lleva la joven, y no puede evitar parpadear varias veces, asombrado. Lo que decía, esa chica iba de provocativa y un día se le iría la mano... si es que no se le iba a ella antes. Se fija mejor en su figura, delgada y perfecta, y ese corsé no hacía más que acentuara la tentación de quedarse mirando su pecho, pero intentó evitarlo como buen caballero. Esperó hasta que se puso a su altura, sin perderse el provocativo detalle de su muerdo en el labio. Arrugó levemente la boca y respiró hondo, volviendo a notar su perfume más cercano, aquel que le dejaba medio aturdido. Desde su punto de vista podía ver sus pies, descalzos, blancos y perfectos. Alzó de nuevo la mirada a sus ojos y sonrío nuevamente de manera pícara, soltándose de los bordes de la terma para simplemente hacer pie, alejándose mínimamente de ella para poder verse mejor- Buenas tardes, mi señora -saludó finalmente, con una voz insinuante.

**Roxanne A. Lefèvre** Vie Jul 17 2009, 19:55

Puede notar el corazón de chico acelerarse. Puede oir su respiración algo agitada y su intento de relajarse suspirando. No pierde tampoco detalle de su mirada ni de lo que indica con ella. Eso para ella era un invitación a realizar lo que quisiera con él. En esos momentos él era para ella un simple muñeco del que se podía sacar cierto provecho, ya que tampoco era intención de matarle, ella no era así. Prefería tomar de sus víctimas poco a poco, y dejarle recuperarse. Era una forma sencilla de poder disfrutar más tiempo de bocados tan apetecibles como ese.

Se sienta en el suelo, e introduce sus pies en el agua temblada de la terma. Era una sensación agradable, pero era posibe que en ese lugar se debilitara un poco, pero por ahora no tenía ningún problema.

- Buenas tardes -dice con voz sensual, dejando por entendido que no iba allí para hablar esta vez.

**Yohann Shneeberger** Vie Jul 17 2009, 20:16

Se puso frente a ella, aun sonriendo, más después de intuir que no estaba como para entablar una conversación. Sus pies descalzos parecían más blancos bajo el agua y no se reprimió la tentanción de pasar la mano suavemente desde uno de éstos hasta donde el vestido no pudo permitirle avanzar más. No se podría haber imaginado que una dama como ella pudiese comportarse de esa forma con alguien como él. Su impresionante belleza podía engatusar a cualquiera, pero a ella supuso que era mucho más difícil de captar su atención. Puso una mano a ambos lados de la chica, sobre el borde, y levantó la cabeza de nuevo para mirarla a los ojos. El único sonido que podía oírse era el incesante goteo que producía su pelo y sus brazos al haber salido tan recientemente del agua. Fuera de ella, en esa mazmorra, podía tener frío, pero se encontraba perfectamente.

**Roxanne A. Lefèvre** Vie Jul 17 2009, 20:26

No evita sonreir cuando nota la mano del chico sobre su piel, y posa una mano sobre su brazo, acariciandolo mientras sube lentamente por éste. Acerca su cara a la de él, oliendo su perfume, y deslizando la nariz por los bordes de su mandibula, aspirando el aroma tan delicioso que desprendía. Sus labios se abren lentamente, y su respiración se hace pesada debajo del corsé que ahora le apretaba terriblemente. Pretende subir más su falda para poder introducir ahora sus piernas. Sin pensarselo dos veces, ese acto que pensaba lo realiza de forma lenta, ya que no tenía ninguna prisa.

La sed la estaba empezando a golpear de manera intensa, pero la reprimió de manera simple y eficaz, lo que le daría tiempo para disfrutar de aquello.

**Yohann Shneeberger** Vie Jul 17 2009, 20:37

Al notarla tan sumamente cerca, un escalofrío le recorrió la espalda. Cerró los ojos y levantó la barbilla, dejándola más libertad, y el movimiento de la chica le permitió poder olerle el pelo. Ese perfume que olía siempre a distancia se hizo más intenso y excitante. Esperó a que metiera las piernas bajo el agua y entonces pasó las manos por su cintura, acariciando su piel con la yema de los dedos entre el diminuto espacio entre el corsé y la falda. El corazón le latía con más fuerza, y es que esa chica le ponía de los nervios. Dejó una mano libre y la subió hasta su barbilla. Cogiéndola con delicadeza, la obligó a mirarle, y entonces se quedó mirando sus labios entreabiertos con ganas, con ansias. Se inclinó hacia ella pero se paró a pocos milímetros de su boca, después cambió el rumbo, y a la vez que ponía la mano en su nuca, pasó sus labios por debajo de su oído.

**Roxanne A. Lefèvre** Vie Jul 17 2009, 20:48

Cierra los ojos para centrar los sentidos en aquellas manos que la acariciaban. Le gustaba el roce de su piel sobre la suya propia, y muerde de nuevo su labio inferior. Podía oler lo apetitoso que era perfectamente, y podía notar como se movía la sangre a través de sus venas con fuerza, al igual que su corazón. Estaba disfrutando doblemente de aquel que sería su cena, por lo que no podía estar más satisfecha y contenta.

Sigue subiendo la mano que estaba en el brazo del chico hasta su hombro, acariciandolo lentamente y clavando levemente las uñas en él, sin hacerle daño, como una caricia, pero más salvaje que las que él le daba. Su naturaleza despertaba.

**Yohann Shneeberger** Vie Jul 17 2009, 23:16

La mano que tenía aún en su espalda comenzó a deslizarse juguetona por las cuerdas que unían ambos extremos del corsé a la altura de la columna. Podría dar un tirón de uno de ellos y conseguir que la chica se quedara sin protección. Probó a tirar ligeramente del primero que cogió, de forma que no pudiera hacer más que tal vez aflojarlo un poco. Notaba la respiración de la chica, tal vez más acelerada o tal vez era lo que él quería notar. Deslizó su boca por su cuello, bajando lentamente hasta su hombro, el que mordió con suavidad, justo al mismo tiempo en que notaba las uñas de la joven clavarse en su hombro. No le había hecho daño, pero aún así no le habría importado. Bastantes palos había aguantado durante toda su vida, y en estas ocasiones hasta cierto dolor le resultaba placentero. Comenzó a pasar la mano que tenía en su nuca por aquellos perfectos tirabuzones rojos, al mismo tiempo que la otra volvió a dar otro tironcito de aviso en los cordones del corsé de la chica. Finalmente puso ambas en su cintura y tiró de ella para que se metiera el poco de agua que le quedaba, hasta medio pecho. La falda de la chica ondeaba al mismo ritmo que el agua que la mecía.

**Roxanne A. Lefèvre** Sáb Jul 18 2009, 08:24

Deja que sus labios se deslicen por su cuello libremente, sin oponer ningún tipo de resistencia, al igual que con su corsé, el cual notaba como poco a poco, y gracias a sus tirones, se aflojaba de manera leve. Tampoco notaba queja por su parte cuando le araña la espalda, por lo que baja un poco su mano acariciandosela, y sube de nuevo arañandosela de la misma forma. El mordisco en su cuello no hace más que acelerar su respiración, y el agua fue un alivio para su piel, que a pesar de no arder, ella notaba esa sensación.

El contraste de la piel del muchacho, caliente, con la suya, casi helada era placentero, y con la mano que a ella le quedaba libre, recorre su otro brazo hasta llegar a su pelo, y hunde los dedos en éste, acariciando con sus labios la frente del joven, para bajar lentamente por su perfil, en otra caricia.

Sabía que esto no podía seguir así, pero ella tampoco oponía resistencia, ni le negaba nada cuando acariciaba su piel. Podía notar como su vello se erizaba con cada contacto nuevo, con cada estímulo, pero aún así no quería parar. Quería más.

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