Re: El patio interior [ZdR]

**Scorpio Craioveanu** Jue Jul 09 2009, 03:48

La observa con aparente tranquilidad, aunque sus ojos muestran turbación y confusión a partes iguales, si nadie la ha tocado no entiende por qué llora... Se abstrae totalmente de la situación, tanto que sólo despierta cuando nota algo abrazarle, y se la encuentra a ella, ataviada con esa sábana a modo de vestido teñido de rojo por su propia sangre, dándole puñetazos... Esas dos primeras palabras lo dejan medio K.O, pese a que sabe que no son ciertas que se las suelte as´choca...

Acaba por escucharla y parpadea ya más de forma lenta y característica, aunque sigue sin entender nada de lo que pasa:

-¿ Pero yo... ¿ Qué he hecho...?- Pregunta con curiosidad,sin hacer amago alguno de parar sus golpes o impedir que llore... Más bien lo contrario, pasa sus brazos por la espalda de ella y se la acaricia en un intento de calmarla.

**Sherezade Craioveanu** Jue Jul 09 2009, 03:57

Sigue lanzando improperios contra Scorpio, repitiéndole que le odia, que es un ser malvado y mil cosas más, aporreándole ya con mucha más fuerza, fuerza sobrehumana, con sus pequeños puños, de forma que quizá le deje alguna marca, cosa de la que luego se arrepentirá, pero no ahora, ocupada en seguir llorando sangre por los ojos, cuyos irises aún no han recuperado su color original.

Sin embargo, cuando él pasa los hombros por su espalda y se la acaricia, consigue, aunque ella no quiera, tranquilizarla levemente, haciendo que sus puñetazos se vayan volviendo más lentos y débiles hasta detenerse, sollozando en su pecho:
-Estaba sola y... Y... Y... Tú no estabas y... Había gente... -Comienza a mancharle de sangre el pecho debido a sus lágrimas- Y la gente no me gusta y... ¡Tú no estabas! -Reprocha de nuevo- Y te echaba de menos y luego cuando me quedé sola pensé que te habías ido sin mí y... -Alza la mirada, aún de irises rojos, para fijarla en los ojos de él directamente- Tenía miedo... -Acaba por confesar quedándose en silencio un minuto con esa expresión de niña desamparada y perdida.

-¿Por qué ya no me quieres? -Rompe el silencio formulando esa pregunta con voz lástimera, como un animal apaleado.

**Scorpio Craioveanu** Jue Jul 09 2009, 04:10

Deja que golpee, notando cómo su fuerza aumenta como ya había comprobado en otras ocasiones y aguantando los moratones que le saldrán luego de forma estoica, dando como única respuesta un aumento en sus caricias que parecen lograr el efecto que buscaba, es decir, calmarla...

Se mantiene totalmente callado, esperando pacientemente a que ella vaya hablando, no era la primera vez que le daban cambios de humor y ya estaba más o menos acostumbrado... Niega con la cabeza una vez termina, recogiendo con sus dedos las lágrimas sangrientas que ella está derramando por él y que ve innecesarias. No le molesta tampoco que manche su camisa y vaya a oler a sangre, si es suya encantado:

- Shh... Ya sé que... No te gustan, pero ya no es como antes, Sher... Ahora yo duermo con otros chicos, y tú con otras chicas... No podemos estar siempre juntos,pero...- Sin miramiento alguno acerca una de sus manos a su propio pelo y estira con fuerza, originándose un dolor atroz que manifiesta en gruñido y arrancándose un mechón de pelo bastante grande, que le coloca en la palma de la mano- Siempre que te sientas sola, míralo... Te busqué por medio mundo hasta encontrarte, no voy a... Abandonarte ahora, y te sigo queriendo igual o más que antes...- Y como ejemplo, besos posesivo pero esta vez lento y dulce en todos los labios.

**Sherezade Craioveanu** Jue Jul 09 2009, 04:21

Poco a poco los irises de sus húmedos y llorosos ojos se van aclarando hasta regresar a su verdiazul habitual, idéntico a los ojos de él, y, tras una caída de pestañas, la mirada recupera su profundidad habitual mezclada con ese brillo ausente siempre presente que dennota que vive en un universo paralelo a este y por eso no entiende la mitad de las cosas.

-Pero... Ya no nos dejan salir fuera... Y no me gusta dormir con esas chicas... Este sitio no me gusta... -Se queja con vocecilla infantil dejando que tome y estire su mano, y viendo lo que hace, quedándose con el mechón de pelo en la mano y apretándolo con fuerza- ¿De verdad no te vas a ir sin mí y me vas a dejar aquí? -Pregunta, mientras con una mano se arranca con fuerza un grueso mechón rubio de raíz emitiendo un gritito de dolor y luego estira una mano de él y se lo ata a modo de pulsera con un fuerte nudo- Entonces no te quites esto... -Pide suplicante- ¿Me... perdonas? -Pregunta, refiriéndose a todo lo que le ha dicho y a haberle golpeado.

-Yo también te quiero... -Responde para acto seguido corresponder a su beso con la misma forma posesiva pero tierna, aferrándose con ambas manos al cuello de su camisa como si tuviese miedo de que se fuese a escapar.

**Scorpio Craioveanu** Jue Jul 09 2009, 04:33

Tras unos segundos se separa, alternando la mirada entre esos ojos idénticos ahora a los suyos y la improvisada pulsera que ha realizado con su pelo. Se palpa el pecho, tocando los moratones con un gesto muy suave de dolor que disimula a la perfección y manchándose las manos de rojo, algo que tampoco le importa:

- De verdad... No te abandonaré, nunca- Le promete en un susurro, y es verdad, nunca lo haría, ni obligado, antes morir... Aunque tampoco podía impedir que pasasen menos tiempo juntos yle fastidiaba, pero era lo que había- No me lo quitaré... Y estabas perdonada desde antes de que me vieses- Esboza una sonrisa que sólo le sale con ella, abrazándola cuando le responde que también lo quiere y besando suavemente su nuca- Se hace tarde... Ven, hoy dormirás conmigo- Y tras estas palabras la toma de la mano y se encamina a sus propias habitaciones.

**Linette Gerlether** Jue Jul 09 2009, 04:37

Sacude levemente la cabeza, despertando de su pequeño letargo. Intenta levantarse, cuando un pequeño dolor en el pie le recuerda la agresión del humano de aquella tarde. Por alguna razón que desconocía, aquel desconsiderado había tirado una piedra de tamaño significativo hacia el muro donde ella estaba descansando, quizás tenía algún problema de vista o lo había hecho a propósito.
Olvida sus pensamientos cuando escucha un par de voces, al parecer no estaba tan sola como creía. Se voltea de forma automática, a pesar de estar bastante lejos de los presentes, podía ser vista si se lo proponía, aunque ciertamente quería todo lo contrario.
Se levanta sin ánimos del muro de piedra y sale del patio interior en dirección a las escaleras, evitando ser vista.

**Sherezade Craioveanu** Jue Jul 09 2009, 04:39

Cuando se separan, desabrocha con manos temblorosas la camisa al ver que se palpa, viendo los moratones que ella ha causado y sintiendo que le embarga la culpa, ante lo cual besa con sus labios cada golpe, lamiendo su propia sangre y acariciándole con los labios de forma totalmente dulce:
-Lo siento... Lo siento... -Repite en susurros- Lo siento mucho...

-Yo tampoco te abandonaré nunca -Dice acariciándole la mejilla- Gracias, hermano -Deposita un suave beso en sus labios antes de asentir ilusionada a la propuesta- De acuerdo... -Se aferra con fuerza a su mano como una cría que se agarra a quien la ha rescatado estando perdida y se encamina dentro del castillo, hacia las habitaciones de él sin soltarle en ningun momento ni haber visto a la otra vampiresa, demasiado absorta en Scorpio como para poder haberse percatado de su presencia.

**Ekaterina Medvénev** Jue Jul 09 2009, 22:36

Tras haber dado varias vueltas en la cama decidió salir a dar un paseo con la esperanza de que, poco a poco, la venciese el sueño. Ataviada con un camisón blanco y, para qué mentir, era algo ceñido para su gusto, que había encontrado en uno de los baules de su habitación bajo su cama, y un bonito chal de seda de color crema atravesó unos pasillos hasta llegar al patio, donde nunca antes había estado.
Suspiró, algo cansada que aquel desagradable insomnio y se apoyó en una de aquellas columnas doradas, de lado, ladeando ligeramente la cabeza, dejando así que parte de su cabello cayera hacia un lado y le tapase el rostro.
Echaba de menos su casa y su familia...

**Frédéric E. Legendre** Jue Jul 09 2009, 22:59

Esta noche estaba siendo de los más aburrida. Después de haberse pasado medio día rondando por la habitación y los interiores del castillo ya no sabía qué hacer. La sala común no era una buena opción, siempre que quería tocar el piano estaba ocupada, la biblioteca siempre estaba repleta de humanos intentando ampliar sus conocimientos y las termas no eran un buen lugar para él solo.

Casi sin darse cuenta había llegado al patio interior horas después de que anocheciese y se había aposentado en el suelo, con la espalda apoyada en una columna. Sus ojos están completamente cerrados pero los demás sentidos permanecen en guardia y eso hace que detecte a la perfección la presencia de alguien más en el lugar. Ekaterina. No se inmuta, prefiere permanecer así a ver si lo ve.

**Ekaterina Medvénev** Jue Jul 09 2009, 23:08

Una pequeña brisa hizo que algunos mechones más de pelo se le agolpasen en la cara. Alzó un brazo y con la mano se los retiró del rostro. Fue entonces cuando le vio, sentado en la piedra y apoyado en una columna, con aquella apariencia tan tranquila. Los ojos cerrados, sin apenas moverse.
Ella sabía perfectamente que él la había sentido llegar por lo que no tendría ni pies ni cabeza salir de allí corriendo. Aprovechando que él estaba con los ojos cerrados se le quedó mirando con sumo interés, preguntándose si debería acercarse o quedarse en su sitio.

**Frédéric E. Legendre** Jue Jul 09 2009, 23:16

Permanece en la misma posición, sin moverse lo más mínimo mientras espera a que ella haga algo. No abre los ojos, no cree que sea oportuno hacerlo justo ahora. Permanece ahí sentando con un aspecto lo más relajado posible, manteniéndose quieto y en una postura de lo más simple. ¿Qué hará ahora ella? ¿Se marchará corriendo? ¿Se acercará? La verdad es que no tiene ni idea, después de lo del otro día ya no sabe qué pensar ni qué hacer.

**Ekaterina Medvénev** Jue Jul 09 2009, 23:22

Tras un par de minutos dándole vueltas a la cabeza se separó de la columna, se enrolló un poco más el chal y comenzó a andar hacia Frédéric. Quizás lo más sensato hubiera sido irse de allí lo más rápido posible pero, la verdad, ella no quería irse. Se encontraba extrañamente bien cuando él estaba presente.

- Buenas noches -dijo, una vez que llegó hasta su lado. Miró a su alrededor para después cambiar el peso de una pierna a otra-. He de decirle que no creo que sea el mejor lugar para descansar, señor Legendre -comentó, esbozando después una pequeña sonrisa.

**Frédéric E. Legendre** Jue Jul 09 2009, 23:32

Una sonrisa toma parte en su rostro cuando percibe el ruido de unos pies acercándose cada vez más a su posición. Al final no se va. La sonrisa desaparece de su rostro nada más percibir los pasos peligrosamente cerca, vale más permanecer actuando como el humano que un día fue. Sus ojos se abren con mucha suavidad al escuchar voz de la joven, dirigiéndose hacia la mirada de la susodicha.

-Buenas noches, señogita- murmura en un tono de voz suave, incorporándose levemente para no quedar tan mal posicionado.- La vegdad es que no descansaba, me hallaba abuggido y llegué hasta aquí sin motivo alguno...

**Ekaterina Medvénev** Jue Jul 09 2009, 23:40

- Oh... -exclamó, borrando entonces la sonrisa de su rostro. Se pasó una mano por el pelo, algo nerviosa, pensando que quizás no debería haberse acercado para saludarlo. Miró al suelo durante unos instantes, arrugando la frente y mordiéndose el labio. Segundos más tardes, alzó la mirada, algo inquieta- Creo que sería mejor que... Me retirase a mi... -dijo, no muy convencida de querer irse, cubriéndose un poco más con aquel chal.

**Frédéric E. Legendre** Jue Jul 09 2009, 23:47

-¿Tanto molesta mi pgesencia?- la pregunta le sale sola, no es capaz de contenerse y no entreabrir sus labios. La verdad es que la chica lo altera demasiado, parece mentira que cada vez que anda cerca de ella termine así. Cierra los ojos unos instantes en un vago intento de serenarse, tomando aire un par de veces hasta que regresa a la normalidad. Por poco no se lanza encima de ella y la convierte en su cena. Suerte que lo ha sabido disimular de la mejor manera posible que si no...

**Ekaterina Medvénev** Jue Jul 09 2009, 23:56

Negó con la cabeza repetidas veces. Le notó respirar hondo. Ella hizo lo mismo, manteninedo la mirada fija en un punto de aquel patio, tras las columnas. Carraspeó un poco hasta reunir el valor suficiente para hacer esa pregunta que llevaba pululando por su cabeza demasiado tiempo.

- ¿Quién era ella, señor Legendre? -preguntó, desviando entonces su mirada hacia él. Sentía curiosidad y no había podido aguartar las ganas de preguntarle sobre aquella persona tan parecida a ella años atrás...

Dio entonces un par de pasos, colocándose al lados de él y apoyando su espalda en una columna, esperando la respuesta con cierta impaciencia.

**Frédéric E. Legendre** Vie Jul 10 2009, 00:06

Deja escapar una carcajada al escuchar la pregunta que ella le formula. Así que quiere saber más sobre el tema de su antigua mujer... Hace memoria sobre ello, no en vano han pasado ya más de doscientos años y las cosas se oxidan por muy vampiro que uno sea.

-Ella se llamaba Geneviève, ega de una influyente familia fgancesa- empieza a explicar, primero la historia de la muchacha. Hace una leve pausa antes de continuar, fijando la mirada en el cielo estrellados que los cubre.- y fue mi esposa dugante dos años.

Entonces baja la mirada y la fija en Ekaterina para ver la reacción de esas palabras sobre su persona. La intriga saber como le caerá eso.

**Ekaterina Medvénev** Vie Jul 10 2009, 00:14

Aquello le cayó pesado, para qué negarlo. Se parecía a la esposa difunta de Frédéric. Contuvo un bufido para pasarse una mano por la barbilla, aún asimilando aquellas frases. Una influyente familia francesa. Ella sólo era una simple campesina. Sí, seguro que se parecería un montón a aquella mujer llamada Geneviève.

- ¿Qué fue lo que ocurrió? -preguntó, ya que le resultaba extraño que un matrimonio sólo durase dos años. Alzó la vista, encontrándose los ojos de él clavados en ella. Cogió aire, inflando el pecho- Yo... Yo estoy prometida -dijo, con extraña dificultad. Parecía como si las palabras no quiesieran salir de su boca.

**Frédéric E. Legendre** Vie Jul 10 2009, 00:23

Se pasa una mano por el cabello mientras permanece realmente tranquilo. La verdad es que la siguiente pregunta se la esperaba, sabía que ella intentaría hurgar más en el tema. Menea muy suavemente la cabeza y se permanece admirando su rostro casi con devoción.

-Yo vine de viaje aquí debido a unos asuntos con las tieggas de mis padges, lo que pasó es que me convigtiegon en lo que hoy en día soy y ya no he vuelto a geggesag a mi tiegga- esto último lo dice un tanto apenado, echa de menos pasear por su mansión de París, ir por el centro de la ciudad... Cuando tiempo hace que no puede hacer semejantes cosas y cuanto tiempo estará sin poder hacerlo.

Parece que le lanzan una jarrón de agua fría por encima cuando, nuevamente, vuelve a escuchar el comentario que ella le dedica. ¿Prometida? Eso cambia muchos la cosas, sí la joven está prometida el no debe entrometerse en su vida y mucho menos destrozar la unión... La tristeza se apodera lentamente de su rostro, dejando entrever la sorpresa que se ha llevado con eso.

-Entonces... ¿Va a contgaeg matgimonio con su pgometido?- la respuesta es más que obvia pero no se le ocurre nada mejor por decir en ese momento.

**Ekaterina Medvénev** Vie Jul 10 2009, 00:35

La verdad es que el hecho de que Frédéric la mirase tan fijamente la inquietaba. Aquello sólo lo hacía Stephano. Se revolvió un poco, algo inquieta. Escuchó entonces la historia, prestando la máxima atención. No pasó pro alto aquel tono que usó en su relato.

- Vaya... -comentó. Por una parte se sentía satisfecha por haber conseguido las respuestas que deseaba pero por otra parte un pequeño sentimiento de culpabilidad se creó en su interior al darse cuenta de que había removido algo que hubiera sido mejor no tocar. Observó entonces cómo el rostro de él cambiaba al haberla escuchado. Carraspeó un poco y desvió la mirada hacia el cielo, pidiendo ayuda y consejo a aquellas personas que, supuestamente, se encargaban de guiarles- Sí, eso es lo que debería hacer... -comentó, bajando la vista después.

Desde que había entrado en el castillo había ansiado encontrar a Stephano y, una vez que lo tenía con ella, sus pensamientos cambiaban por completo, dejándola algo descolocada. Claramente, la presencia de Frédéric no hacía más que hacer que sus pensamientos cambiasen constantemente y eso no favorecía a la unión que habían llevado meses atrás sus padres y los de Stephano.

**Annie Gerlether** Sáb Jul 11 2009, 02:08

Se despierta de su largo sueño, no le importaba quiénes estuvieran allí o no,se aleja para marcharse sín decir nada y sin mirar a nadie, sale de ahí sin rumbo fijo.

**Roxanne A. Lefèvre** Dom Jul 12 2009, 15:51

Llega al patio caminando despacio, sin rumbo fijo. Camina con los brazos cruzados por debajo del pecho y tarareando una canción. Mira al cielo, nublado por la nubes, por lo que el sol no se veía con claridad, por lo que podía caminar sin alarmarse demasiado. Se acerca a las flores, con cuidado de no tocar las rosas silvestres, ya que estás le repelen y no las soporta. Toca algunas que no sabe identificar y sonríe, recordando su infancia

**Ian Gilbert** Dom Jul 12 2009, 15:59

Después de mi ameno paseo por las termas, llego a un patio cubierto de distintas clases de flores, aspiro mientras cierro los ojos, aquel aroma era extraordinario, paseo con aire asuente cerca de unos rosales, me detengo frente a una hermosa rosa, cuando distingo algo más hermoso frente a mi, Roxanne.-Buenas tardes.-Susurro mientras ago un gesto amable.

**Roxanne A. Lefèvre** Dom Jul 12 2009, 16:04

Estaba tan ensimismada en ella misma que no se había dado cuenta que no estaba sola en aquel lugar. Cuando escucha la voz de Ian, alza la vista y le mira, con una leve sonrisa en el rostro. Se aparta un poco de las flores y le saluda.

- Buenas tardes... ¿Qué tal el día?

**Ian Gilbert** Dom Jul 12 2009, 16:06

-Estaba algo cansado.-Le digo mientras muevo ligeramente el brazo.-Pero creo que ya me encuentro muchisimo mejor.-La miro ensanchando una sonrisa.-¿Y usted?, ¿Qué tal está?

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