Re: Almenas [ZdR]

**Roxanne A. Lefèvre** Miér Jul 15 2009, 16:43

Camina por la fría piedra de las almenas, por primera vez en mucho tiempo descalza. Lleva los zapatos en la mano, y su pelo vuelva libre por capricho del viento, que lo lleva hacia donde queire, siendo en algunos momentos un molesto engorro para ella. Anda de puntillas, como si fuera una bailarina, y el suelo fuera fuego que no pudiera pisar. Mientras avanza por el lugar, mira el exteriro, con cierta envidia a las aves que sobrevuelan el cielo. Apenas se percata de que hay alguien, ya que el viento no le proporciona ningún olor, y ella está distraida con el paisaje.

**Hugo Von Kessel** Miér Jul 15 2009, 16:51

Sumido en el gris de la tarde, del que él también forma parte dada su piel pálida y su pelo negro, es perfectamente consciente de que algo diferente perturba esa monotonía. Al desviar la mirada para clavarla en Roxanne, la única palabra que se le ocurre para describirla es... rojo. Rojo como su cabello, como su vestido... Rojo como la sangre de la que se alimentará periódicamente para conservar su belleza, su juventud y su eternidad. Sin embargo, hay algo que le extraña y es que, o bien ha decidido ignorarlo como si de una piedra más se tratase, o no ha podido percibir aún su esencia. Tarda un poco en comprender que el viento juega a su favor. Durante unos instantes la idea de tirarla por las almenas de un brusco empujón, aprovechando esa ventaja que la naturaleza le ofrece, es de lo más tentadora. No por nada personal, sino por el simple y mero hecho de que es un vampiro. No obtante, logra contener el impulso en el último momento.
- Aún... no conozco tu nombre -murmura, en lugar de la otra opción. Pese a que lo ha dicho en voz baja, sabe perfectamente que ella le escuchará.

**Master** Miér Jul 15 2009, 16:54

De repente, una poderosa ráfaga de viento barre a los situados en las Almenas, haciéndoles incluso tambalearse debido a su potencia. A lo lejos se escucha un sonido curioso, parecido al batir de dos alas pero tan fuerte que incluso es audible para los humanos.

**Roxanne A. Lefèvre** Miér Jul 15 2009, 16:58

Oye una frase, y eleva la cabeza mirando al horizonte, para desviarla hasta el que ha pronunciado esas palabras. Sus ojos azulgrisaceo miran al presente analizandole. El odio quele procesaba, la repugnancia que ella le causaba... Todo entrelazado formando una pequeña maraña de sentimientos que se reflejaban en sus ojos, los cuales por ahora ella podía leer. Sigue andando por la piedra que componía el suelo, una piedra antigua y vieja que había visto siglos de historia. Ella avanza mirandole, pero no como un cazador mira a su presa, sino como a un árbol más de aquella mortal humanidad que la rodeaba por todos lados.

- ¿Para que saberlo si en tu mente solo hay sitio para un odio infinito hacia mí? -apoya sus brazos en el borde. Una rafaga de viento parece mover las almenas, y se oye el batir de unas alas. Alarmada, mira hacia los lados.

**Hugo Von Kessel** Miér Jul 15 2009, 17:07

Sostiene sin parpadear la mirada que la vampiresa le dirige, ignorando ese terror irracional que los vampiros, dada su esencia sobrenatural y oscura, irremediablemente le inspiran. La pregunta le pilla de imprevisto. No había pensado que a un vampiro le pudiese interesar qué siente otro ser hacia su persona aunque, a juzgar por cómo le miraba ella, parecía que no lo consideraba más de lo que realmente es: un simple humano. Aún así, no tiene opción de contestar, ya que, de repente, un viento potente que nada tenía que ver con la anterior brisa que mecía el cabello de Roxanne les golpea con fuerza, agitando y haciendo vibrar sus ropas. Casi de manera instintiva, se aferra al muro en el que antes se apoyaba, dirigiéndole una mirada airada a la pelirroja.
- ¡Eh! ¿Qué estás haciendo, bruja?

**Master** Miér Jul 15 2009, 17:11

El viento no cesa, si no que es cada vez más y más fuerte, hasta el punto de que los que lo están sintiendo piensan encontrarse en el ojo de un huracán. A pesar de esto, los dos son capaces de escuchar el potente rugido que se eleva en el cielo y, tan rápido como ha empezado, todo termina.

Ahora, solo el ligero temblor del suelo y la irregular respiración que escucháis bajo vuestros pies os hace pensar que realmente ha pasado o va a pasar algo.

**Roxanne A. Lefèvre** Miér Jul 15 2009, 17:17

Se agarra con fuera al muro qeu parece esta pie por poco tiempo. El viento sigue moviendo las almenas, para luego acabar de manera rápida, pero aún así, el suelo sigue temblando, y algo pasa bajo sus pies. Ella estaba descalza, podía sentirlo mejor que él, y le mira con una mirada llena de furia e ira. ¿Cómo podía pensar que era ella la que estaba haceindo todo eso? Verdaderamente el odio que tenía a los vampiros, hacia que alucinara y creyera cosas que incluso para los de su raza eran imposibles de realizar, y dado que sabía del tema, por lo poco que había visto del chico, le parecía absurdo que pudiera pensar algo así.

- ¿Acaso crees que pondría mi vida en peligro? -dice mirando el suelo, aún alerta, y en una posición que le permitiría saltar si algo salía.

**Hugo Von Kessel** Miér Jul 15 2009, 17:23

El viento es cada vez más intenso, y sólo entonces puede escuchar el extraño ruido, un sonido que no logra identificar pero que deja claro que la vampiresa es inocente. Cuando cree que la fuerza del extraño huracán se incrementará hasta que sea capaz de alzarlo en el aire, todo cesa. Aún agarrado al muro, sin hacer caso a la pregunta de la pelirroja, contiene el aliento, percatándose -pese a los sentidos poco desarrollados que tienen los humanos- del ligero temblor que sacude el suelo. Y, sin embargo, lo que provoca que se le erice el vello de la nuca son esos resoplidos, algo parecido a una respiración que se oye lejana, por debajo de ellos. Tal vez haya escuchado demasiadas historias de fantasía, pero toda clase de bichos, cada cual más raro y peligroso, acuden a su mente. No añade nada más; sólo espera.

**Master** Miér Jul 15 2009, 17:25

Finalmente, tras comprobar que no hay peligro, el ser que se escondía bajo las almenas hace acto de presencia, apareciendo de un salto sobre las almenas que tiemblan bajo su peso.

Ambos podéis ver ante vosotros la imponente figura de una gárgola de piedra de apariencia temible. Bate sus alas suavemente, provocando un vientecillo agradable, y sus ojos brillan con un resplandor rojizo que no augura nada bueno. Os mira a ambos alternativamente, deteniendo su mirada en el humano.

**Roxanne A. Lefèvre** Miér Jul 15 2009, 17:32

Las almenas vuelven a temblar, y aparece ante ellos la figura de piedra de una gargola. Puede ver el aspecto temible de esa criatura que solo había oido hablar en leyendas, y que en sus siglos de vida, jamás había visto. Observa como les mira con esos rojos que parecen piedras preciosas. No sabe como reaccionar, pero si puede ver que la criatura fija mucho sus ojos en el humano, por lo que ella da un paso hacia delante. Sus ojos se tornan a la vez rojos como la sangre, y sus colmillos alcanzan una longitud temible. La posición que adopta es de ataque, y ruge a la criatura, mostrandole sus colmillos. La fuerza de aquella estatua de piedra con vida sería superior a la suya, pero aún así se situa frente a ella.

**Hugo Von Kessel** Miér Jul 15 2009, 17:36

Y, de repente, algo parecido a una piedra con alas se posa en las almenas. Entorna los ojos para mirarla, reconociéndola como una gárgola, o eso ha oído en las historias que contaban los cuentacuentos de su aldea. A falta de poder hacer nada mejor, permanece estático, clavado en el sitio, alzando la mirada hacia la colosal figura. No podía creer dónde se había metido: primero, vampiros; después demonios, o eso cree que eran, ya que aún no lo ha confirmado, y ahora... ¿gárgolas? ¿Habría más como aquélla? ¿Era acaso la mascota del castillo... o su dueña?
- Joder... -se le escapa cuando parece fijarse en él.
Sólo reacciona al escuchar el gruñido de Roxanne, pero no desvía la mirada hacia ella. Cuando se da cuenta de que tiene la boca abierta, se apresura a cerrarla con rapidez. No entiende nada.

**Master** Miér Jul 15 2009, 17:40

La gárgola desvía momentáneamente la atención del humano al escuchar el gruñido de la pelirroja. Suelta un rugido mucho más potente que el de ella, para dejar clara así su superioridad.
- No te entrometas- le advierte a la vampiresa, hablando con voz grave, de ultratumba- La señora quiere comer- dice a modo de explicación, volviendo a fijar su vista en el chico.
A pasos increíblemente ágiles para algo tan pesado y grande como ella, comienza a acercarse a él, haciendo temblar el suelo bajo sus pasos.

**Roxanne A. Lefèvre** Miér Jul 15 2009, 17:47

La oye a hablar. Su voz es muy potente, pero aún así no se asusta, sencillamente mira. Escucha su comentario y no puede evitar formar con sus labios una sonrisa irónica. Hablaría de aquella bruja que le atraveso con su mano las entrañas. Era increible que ella hablara de seres puros y castigara a los que pertenecían al infierno, siendo ella la dueña de este castillo salido de las entrañas del peor lugar que cualquier criatura lograra imaginar. No duda en ponerse en medio del camino de la gargola, para proteger al humano. Era un acto inecesario, pero no puede evitarlo, le puede su humanidad.

- Es mi cena, así que dejale -sonríe aún más y muestra sus colmillos- Si la señora quiere cenar, que venga ella misma ensuciarse las manos

**Hugo Von Kessel** Miér Jul 15 2009, 17:56

Vuelve bruscamente a la realidad al escuchar el potente gruñido de la gárgola, que deja el de Roxanne como un simple gritito de animadora. Sin embargo, la fascinación que siente hacia semejante criatura es tan intensa que pronto vuelve a verse sumido en esa especie de embrujo que le impide apartar los ojos de ella. Cada una de sus palabras golpea su conciencia como si de una pesada masa se tratase, pero sólo es capaz de reaccionar cuando la ve acercarse a él. Como movido por un resorte, sin darle la espalda en ningún momento, comienza a caminar hacia atrás. No se detiene al escuchar cómo Roxanne lo caracteriza como 'su cena'. Sencillamente genial, si no acaba aplastado bajo ese enorme pedrusco acabará sucumbiendo a la mordedura de la vampiresa. Algo, quizá el instinto de supervivencia, se desata en su interior por lo que, lejos de pararse a esperar que cualquiera de las dos, vampiresa o gárgola, se abalancen sobre él, echa a correr.

**Master** Miér Jul 15 2009, 18:04

Una risa cruel y gutural escapa de su garganta de piedra al escuchar las palabras de la vampiresa. Clava en ella sus ojos al verla colocarse delante del humano.
- Tú no eres nada para la señora, no tengo ningún inconveniente en matarte. Lo quiere a...- se interrumpe al ver cómo el humano sale corriendo y, tras apartar a la pelirroja de un zarpazo, se impulsa con las alas para dar un salto que la propulsa justo delante del chico.
- Rata cobarde... reza lo que sepas.

**Roxanne A. Lefèvre** Miér Jul 15 2009, 18:09

El manotazo la lanza contra una pared de piedra, haciendo que se rompan alguna piedras que la forman. Eso le dolería después, y dejaría alguna que otra marca que se notaría durante un par de días, pero no podía permitir que el repelente humano tuviera muerte que había imaginado. Le gustaría darle la tortura de morir de viejo, o simplemente no morir. Se levanta, como puede, y una herida cruza su hombro. No la siente, no le duele, no le importa. Corre lo más que puede hacia el humano, esperando no llegar tarde.

- ¡Prueba con los crucifijos! -grita desde lejos. No podía quitarse de la cabeza esa risa terrorífica y esos ojos espectrales .

**Hugo Von Kessel** Miér Jul 15 2009, 18:14

No va a permitir que lo maten, es la única idea que se repite mentalmente una y otra vez, recordándose que ya ha perdido suficiente como para que le arrebaten lo único que le queda; su vida. Escucha la advertencia de Roxanne, pero no cree que un par de objetos sacros puedan hacer nada contra un bloque de piedra al que sólo mueven las fuerzas oscuras. Se obliga a rememorar las pocas historias que conoce acerca de semejantes criaturas... y lo único que se le ocurre es que sólo cobran vida por la noche, ¿por qué demonios esa está despierta tan temprano? Sus pensamientos se ven bruscamente interrumpidos cuando la gárgola se planta delante de él. No se lo piensa dos veces, echa a correr en la dirección contraria. Sabe que no podrá escapar, pero quizá pueda ganar algo de tiempo hasta que caiga en la cuenta de qué las daña.

**Master** Miér Jul 15 2009, 18:19

Cansada de correr tras el estúpido y escurridizo humano, se contenta con agarrar a la vampiresa en el momento en el que esta corre para ayudar al chico, que parece tener un sentido de superviviencia de lo más fuerte.
- Si huyes... la chica morirá- amenaza, apretando el cuerpo de la pelirroja entre sus garras, para demostrar que cumplirá su advertencia.

**Roxanne A. Lefèvre** Miér Jul 15 2009, 18:24

Todo ocurre desprisa, incluso para ella. Sus sentidos, sus pensamientos entán centrados en llegar a tiempo para ponerse entre el cuerpo del chico y la criatura monstruosa. Pero sin tiempo a reacionar, la garra de la gárgola la atrapa como si fuera tan solo una muñeca, un simple juguete, y en fondo, así era. No puede evitar mirar a Hugo aterrada, pero sabiendo que le da igual que la mate o que no. Su larga vida acababa allí, lo sabía. Cierra los ojos, resignada, apretando manos y dientes, esperando la respuesta que la condenaría para siempre.

- Si crees que le importo algo a ese humano, no eres tan lista como creía... -susurra

**Hugo Von Kessel** Miér Jul 15 2009, 18:28

Se sorprende al darse cuenta de que la gárgola no le persigue y, girando la cabeza, puede distinguir a Roxanne atrapada entre sus garras. Él posee una naturaleza benevolente y empática, la cual le lleva a salvar a todo aquel que se haye en apuros, incluso si para ello hay que arriesgar su vida. Sin embargo, y cuando se trata de vampiros... la cosa cambia. Ellos se lo quitaron todo. Destruyeron su hogar, su familia y su primer y único amor... Pese a que la pelirroja no tenga que ver con su desgracia, detesta con toda su alma a aquellos que pertenecen a ese grupo, aquellos que se alimentan de humanos para su supervivencia. Por ello, ni siquiera la mirada aterrada que le dirige ella de manera inconsciente le ablanda lo más mínimo. Cuando vuelve la cabeza hacia ellos, casi podría decirse que incluso sonríe.
- Hazlo.

**Master** Miér Jul 15 2009, 18:34

La respuesta del humano la deja perpleja. Está vieja para estas cosas. Suelta un gruñido de rabia al ver su perfecto plan hecho pedazos por el estúpido humano y lanza a la vampiresa contra él, con la fuerza suficiente como para hacer que ambos se estampen contra la pared más cercana.
La señora se enfadaría, pero probablemente no querría a alguien de alma tan negra como la del chico. Según tiene entendido, le provocan naúseas.
Herida en su orgullo, lanza un coletazo contra una de las torres de vigilancia, provocando que tiemblen los cimientos en las almenas. Da un nuevo coletazo, mucho más fuerte que el anterior, y esta vez comienzan los desprendimientos. Antes de que la primera roca caiga, alza el vuelo para ir a buscar a otra víctima del agrado de su dueña.

**Roxanne A. Lefèvre** Miér Jul 15 2009, 18:42

Sus ojos, rojos reflejan ira hacia aquel que ha dictado su sentencia. Se remueve como peude entre las garras de aquella bestia, doliendole cada musculo de su cuerpo por la opresión que ejercía sobre ella y el golpe reciente. Ya no mira al humano, ni lo mirará, lo ignora, como si no pesenciara aquel que sería su eterno funeral. Sus ojos vuelven a derramar lágrimas de sangre ante tal escena. Pensaba que allí todo cambiaría, que allí sería feliz... Y por aquel misero humano al cual pretendía salvar todo acabará para ella. Pero algo cambia, la gárgola la lanza contra el muchacho. Ambos se estampan contra la roca, ella se levanta costosamente, pero lo más rápido que puede, evitando todo contacto con Hugo. El desprendimiento comienza, por lo tanto echa a correr como le es posible, evitando las rocas. Hugo estaría destrozado, pero no le importa, ahora mismo su corazón muerto solo quiere que sea el humano quien muera en aquel lugar.

**Hugo Von Kessel** Miér Jul 15 2009, 18:49

Se detiene en seco -o, mejor dicho, le detienen- al sentir el brusco impacto de la vampiresa al chocar contra su cuerpo. Aún tirado en el suelo, acierta a ver cómo la gárgola, con dos coletazos, desata una serie de desprendimientos, y aparta con brusquedad un brazo para que una roca del tamaño de su cabeza no caiga sobre él. Ha dejado de sentir el peso de la grácil vampiresa sobre él, lo cual le da el tiempo justo para ponerse de rodillas, evitando que una segunda roca aplastase lo que hace apenas un segundo hubiera sido su cabeza. Se levanta con esfuerzo, acusando el dolor que le ha provocado el choque con la pelirroja, a la que ve salir corriendo de allí. No espera que le ayude, ni mucho menos, pues no hace mucho acababa de dictar su sentencia de muerte. No pueden reprocharle nada, lo suyo contra los vampiros es algo que no puede controlar. Irracional, un... instinto. Haciendo acopio de sus pocas fuerzas, corre él también.

**Roxanne A. Lefèvre** Miér Jul 15 2009, 18:54

Sigue corriendo, algunas rocas pequeñas, pero con fuerza golpean su blanco cuerpo, dejando más y más marcas. Su mente piensa en como salir de allí, y en un rápido moviemiento, se agarra a una pared que por ahora parece entera, y se mueve por allí. Baja de un salto otra vez al suelo, clavandose los guilarros que deja derrumbamiento. Sus pies sangrann, y sus mejillas también tienen restos de su sngre, de sus lágrimas. Huye hacia abajo, lo único que quiere es llegar a la enfermería y curar su inumerables heridas. Otra piedra golpea su rostro, pero ella sigue incansable, pretendiendo salir cuanto antes de allí, consiguiendolo al fin.

**Roger Neimuth** Dom Jul 19 2009, 23:38

Llega a las almenas, moviéndose sigilosamente entre las sombras. Seguramente no haya nadie cerca, pero nunca se sabe con quien te puedes encontrar... Apoya la espalda en una de las piedras del lugar, pensativo y se inclina hacia delante para observar el magnifico paisaje que se extiende a su alrededor.
Inconscientemente, saca de uno de sus bolsillos el boceto que le dio Leonore el otro día y lo observa con nostalgia.

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