Re: Sala de Torturas [ZdR]

**Luna** Jue Jul 23 2009, 18:54

-No creo que hayan echo nada malo...-dije para despreocuparla.
-Si quieres te acompaño a hablar con ellos para que estes mas tranquila-sonreí.

**Leonore Heargraves** Jue Jul 23 2009, 19:17

-No, si de momento no han hecho nada malo, pero si siguen discutiendo seguro que terminaran haciendolo....*sspiro y le sonrio, mirandola* Si, por favor. Me seria mucho mas facil tenerte al lado..

**Luna** Jue Jul 23 2009, 19:19

-Esta bien,cuando quieras me lo dices y vamos con ellos...si se pusieran violentos saco a la Luna mala,seguro que les para a los dos-bromeé.
Me levanté para estirar las piernas,me cansaba esa postura.

**Leonore Heargraves** Jue Jul 23 2009, 19:32

*Me rio por lo bajo*
-Seguramente asi seguro que no iban a discutir.....*Suspiro*...Tengo que irme....pero prometeme que te iras de aqui....recuerda que tienes que venir conmigo a mi habitacion *le doy un beso en la mejilla y salgo de alli*

off: me hechan t.t

**Luna** Jue Jul 23 2009, 19:34

Vi como Leonore se iba y volví a sentarme,no saldria de allí hasta pasado un tiempo,no estaba muy en mis cabales y preferia quedarme por si acaso hacia algo extraño.Me quedé obserbando las maquinas,pensando que cual seria la mejor para castigarla si en alguna ocasion despertara.Al rato salí de alli para cambiar un poco de aires.

**Mérode D'Orthonion** Miér Jul 29 2009, 11:08

Perdón por la eterna tardanza xD

Ethnos S. Teodragos escribió:Como un cálido goteo de satisfacción, de retorcido placer, siente excitarse al escucharla. Esa súplica, esas palabras salidas de sus labios, que podrían hacerle arrodillarse a sus pies, son sin embargo la cadena que lo atan a ella y que hacen imposible que cumpla sus deseos, entrelazando su destino más y más al de ella en un círculo de masoquismo dónde es él quien lleva las riendas y quien someterá a esa indefensa diablesa a su dominio.

Con una sonrisa ladeada se aparta de ella, muy en contra de los deseos de su cuerpo que exigen un destino distinto para ella del que pide su nublada y perversa mente. No es el momento, por mucho que sus impulsos pidan poseerla ya, debe esperar a que caiga rendida a sus encantos a que sea ella la que pida más en esa lenta tortura, la que arda en deseos de entregarse a él, de ser su humilde esclava y temerlo en un grado enfermizo que la irán matando poco a poco bajo su atenta y fría mirada.

Da un paso más a un lado, pero aún así su susurro puede hacerse audible.- Recuérdame... -es su último aliento, su última orden antes de desaparecer y abandonarla en ese siniestro y oscuro lugar.

Sus palabras, sostenidas durante unos segundos gracias al eco, no parecen haber sido escuchadas. Se atreve a entreabrir los ojos, aunque siga sin ver nada, para obligarse a perder el estúpido miedo que atenaza sus entrañas. De repente, parece que quien quiera que sea el que la perseguía se ha ido... Y así se lo confirma su última palabra. Oh, claro que lo recordará, posiblemente esa voz, esa presencia acechante se convierta en la protagonista en sus más oscuras pesadillas, en la dueña de una paranoia constante, en la inquietante y amarga sensación de que hay alguien vigilando a todas horas, siempre...

Y, por eso mismo, no piensa quedarse quieta dejándolo marchar. Haciendo gala de su escasa prudencia, y cometiendo lo que a ella mejor se le da, una estupidez, avanza unos pasos hasta situarse frente a la puerta, a trompicones. Se apoya con toda la firmeza que le permite su tembloroso cuerpo, sin tener muy claro qué hará a continuación, y sabiendo que lo más probable es que ese desconocido la aparte de un empujón para abrirse camino. Debido a esa inseguridad, permanece unos instantes con los labios entreabiertos, vacilante, hasta que se decide a hablar.

- N... Necesito saber... -titubea, en voz tan baja que apenas la oye ella misma- Quién eres.

Patético.

**Ethnos S. Teodragos** Jue Jul 30 2009, 15:20

Una mano cercana ya a la puerta para abrirla ve interrumpido su camino cuando una Mérode temblorosa le impide llevar a cabo su cometido. El milésimo contacto con su piel hace que una especie de chispa salte entre ambos y una espécie de corriente eléctrica lo recorra de arriba a abajo, asentando aún más su necesidad de destruirla, de acabar con ella antes de que ella lo tenga bajo su dominio, bajo su influjo electrizante.

Se para en parte sorprendido, pero pronto sonríe casi complacido al verla tan insegura tan a su merced, despertando de nuevo sus deseos y complicandole el plan de conquista en lugar de pasar a la acción y hacerla suya de una vez por todas. Ladea el rostro dibujando una mueca casi cruel, mientras alarga una de sus frías y habilidosas manos hacia sus mullidos labios, recorriendo estos con la punta de sus dedos, notando como la electricidad vuelve a circular en su interior. Parece una carícia, una muestra de cariño pero no es ni mucho menos eso. Esa mano que la ha tratado por un instante con tanta suavidad se vuelve dura acorralándola contra la puerta por encima de su hombro, haciendo idem con su otro brazo.

Se acerca peligrosamente a ella susurrandole a escasos centímetros de su piel, haciendo que la agitada respiración de ella, se entremezcle con el aliento demoníaco de él.- Soy... Tu dueño, tu temor y al mismo tiempo... -ladea el rostro a punto de tocar sus narices, tentandole sobremanera besarla. Sus ojos viajan de sus labios a sus ojos repetidas veces aunque no los vea claramente.- Soy tú. -susurra en una advertencia apocalíptica antes de retirarse hacia atrás y fundirse con las sombras.

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